domingo, 17 de mayo de 2009

Vista desde el Castillo de san Antón.

A finales de la Edad Media se construyó sobre un pequeño islote de la ría de La Coruña una capilla dedicada a San Antón, en la que se recogía a los navegantes enfermos del mal gangrenoso Fuego de San Antón. Este islote fue más tarde utilizado como lazareto, lugar de confinamiento de los viajeros sospechosos de padecer lepra.

No hay comentarios: