Don Romualdo Antonio Cansino, Secretario de la recién fundada Hermandad de Coria del Río, concluye el Acta de este importante Cabildo con estas palabras: “Habiéndose terminado elacto con una tranquilidad y satisfacción inexplicable, se bolbieron a arrodillar los hermanos, dieron gracias a Dios, N. S y su Sma. Madre, les rogaron por la paz y concordia entre los Príncipes Cristianos, extirpación de las herejías, por la tranquilidad de N. Beatísimo Padre Pío noveno, por las necesidades de la Yglesia Católica, por la esaltación de nuestra santa fe y sagrada Religión, por la felicidad de nuestra augusta Soberana Dª Ysabel segunda, y por la permanencia, prosperidad y aumento de deboción de los que en todos tiempos pertenescan a esta Hermandad”.
Como acontecimiento histórico para la Hermandad figura el nombramiento de los Hermanos Mayores Perpetuos de la misma SS. AA. RR. los Sermos. Sres. Infantes Duques de Montpensier el 27 de abril de 1853. El treinta del mismo mes de abril recibe la Hermandad comunicación de la Mayordomía mayor de los Duques en la que se dice que “aceptan gustosos el nombramiento de Hermanos Mayores”.
Además del fundador, don José Jiménez, que fue durante algunos años -los primeros- Hermano Mayor en las Romerías, quizá el personaje que más se ha significado en pro de la Hermandad coriana sea don Anastasio Martín Suárez, que ya aparece inscrito como Hermano en los Libros Registros de la corporación desde el día 6 de mayo de 1849.
El 27 de septiembre de dicho año cedió una hza de tierra de su propiedad en la Dehesa Boyal, para hacerla productiva para la Hermandad y costear con el usufructo parate de los gastos de las romerías.
Donó asimismo la nueva carreta porta estandarte en 1915, muchas veces conducida por yuntas de su propia ganadería y dio unos locales, donde posteriormente se construyó la actual capilla en Coria.
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